domingo, 2 de octubre de 2011

La prosperidad del justo

En  la parte oriental de Arabia, cerca del Rio Éufrates  vivía un hombre próspero. Era piadoso aun siendo el hombre más rico de la zona. Amaba a Dios,  era integro, y sincero con su religión. Ofrecía sacrificios a Dios por él y por si acaso sus hijos habían ofendido a su Dios. Gozaba de bienestar económico, de una buena relación familiar, y de una buena posición dentro de la sociedad. Llego   el momento en que su fe fuera puesta a prueba, para exteriorizar la motivación de su corazón  y fue DIOS quien lo permitió.
En ese diálogo entre Dios y el diablo surgen preguntas: ¿Acaso no has considerado a mi siervo Job?  Es un hombre recto…que me honra y vive apartado del mal, dijo Dios.
¿Acaso  Job te honra sin recibir nada a cambio? ¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? ¿Acaso no has bendecido la obra de sus manos? Contestó el diablo. Y era  así, realmente,  como dice el Salmo 5: 12  Dios bendice al justo y lo rodea de su favor. La vida de Job y su familia estaba bajo la cobertura de Dios .Moraban  bajo la sombra del Todopoderoso.
Dios con limitaciones  permite  a Satanás afligir la vida de  Job. Comienza perdiendo sus bienes, sus hijos, su salud; tambaleó su matrimonio; perdió su posición social: “me ha despojado de toda honra, de la cabeza me ha quitado la corona” Job 19:9. Perdió la presencia espiritual de sus amigos. En fin, perdió todo menos la vida y la fe en Dios. Job en medio de su crisis decía: Jehová dio, Jehová quito, ¡Sea su nombre alabado! ¿Recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos? Job sufría  pero no entendía la situación que estaba atravesando. Aun así  nunca culpó a  Dios de su situación. Hasta aquí Job se había mirado a sí mismo y había puesto su confianza en él. Pero Dios lo lleva a un  plano mas elevado, a un punto cero donde no hay explicaciones  humanas, donde estamos vulnerables,  donde uno muere a uno mismo, a sus propios argumentos, a su propia sabiduría y se abandona  en las manos de Dios. ¿Estás en crisis económica?  ¿Tus hijos están muertos espiritualmente? ¿Has perdido tu posición social  o tu lugar dentro de la iglesia? ¿Tus amigos no te comprenden? ¿ Tu vida se parece a la de Job?  En medio de tus crisis sigue  siendo Fiel a tu Dios. Muere a tu orgullo,a tu soberbia,  a tu carácter, a tus derechos, al lugar que te has ganado. Muere para que la vida de Cristo renazca con mas fuerza en vos. En nuestra vida cristiana  pasaremos por las mismas crisis que pasó JOB  pero como él llegaremos a decir: Yo sé que tu lo puedes todo. Hablaba lo que no entendía, de oídas te había oído, mas ahora mis ojos te ven.La Biblia nos cuenta que Dios bendijo los últimos años de  Job más que los primeros. Bendijo a sus hijos, a sus nietos; fue su vejez próspera llena de la bendicion de Dios. Sus ultimos años fueron mejor que los primeros. ¡Que asi sea!!!
¿Qué es lo que te mueve a buscar a Dios? Ojalá sea el amor que tienes por  Él.


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