viernes, 23 de diciembre de 2011

Nacio la FE , el AMOR y la ESPERANZA

Nació la Fe, el Amor y la Esperanza

La Biblia nos habla que en Belén de Judea nació un niño, trayendo a éste mundo un mensaje de Amor , Fe y Esperanza.
Un mensaje que el Padre quería revelar a toda la humanidad a través de su Hijo amado.
En el pesebre nació el evangelio, allí nacieron las buenas noticias. Dios amó al mundo y lo estaba expresando en la forma de un Niño en Belén.
El nacimiento de éste niño no sólo cambió el rumbo de la historia de la humanidad; sino que también divide la historia de cada cristiano en un antes y Después de Cristo.
En el pesebre nació el Amor, la Fe, y la Esperanza de la hu- manidad….¡ En el pesebre nació Emanuel!....
El Amor encarnado en Jesús nace en una humilde aldea de Judea, lejos de la Gloria del Padre. Vino a experimentar la sed humana, a sufrir el cansancio, a vivir la soledad y a soportar la incomprensión. Pero traía en sus manos un mensaje diferente al de todo ser humano: un mensaje de Amor de Fe y de Esperanza.
Las escrituras lo muestran amando al necesitado, sanando al enfermo, libertando al oprimido, haciendo milagros frente a las multitudes y hablando en la soledad junto a Nicodemo. Amó profundamente. La expresión máxima de su amor la mostró en la Cruz cuando el derramó su vida por sus amigos y por sus enemigos.
El niño de Belén trajo un mensaje de Fe. Había que creer en El para ser salvo. Su mensaje de fe era para toda la humanidad . El era la fe que necesitaban los descreídos; la seguridad para los inseguros; la confianza para los desconfiados. En Belén nacía la fe que se necesitaba para llegar a Dios.
En el pesebre nació la Esperanza. No una esperanza barata o ligera que depende de las circunstancias de la vida, o que confía en la fuerza del hombre, sino una esperanza que hace que nos enfrentemos a cualquier cosa, aún a la misma muerte, sabiendo que tendremos la victoria.
El mensaje que Jesús nos dejó al nacer, es el mismo mensaje que debemos transmitir como cristianos, a los que están necesitados.
1ra Tesalonicenses 1:3 dice “ Acordándonos sin cesar…de la obra de vuestra fe, el trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo”.
La vida cristiana debe tener las mismas características que el pesebre , debe ser modesta y ocuparse en hacer el bien a los demás y trabajar eficientemente en ello.
Te invito a que en éste nuevo año te inspires en el niño de Belén, que tengas obras que fluyan de tu fe, trabajo que fluya de tu amor y una perseverancia Que nace de una esperanza viva……. ¡ Feliz Navidad!........